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26 noviembre 2010

se desvía (David Mayor) dice: LA DISPERSIÓN (DOLAN MOR)...


Se mueve la literatura del poeta cubano Dolan Mor en ese espacio de la exterioridad sobre el que tanto escribió Maurice Blanchot, un espacio del pensamiento que la literatura moderna convoca desde una mirada extraña, extraviada, ajena al discurrir cotidiano de lo dicho y escrito. La cada vez más interesante obra de Mor se sitúa ante ese espacio vertiginoso y plantea desde esa posición una experiencia literaria radical, una experiencia para la que no hace falta identidad, pues la identidad estalló a lo largo del siglo XX en una infinidad de interpretaciones y eso a quien se hace llamar Dolan Mor no se le ha escapado, ni mucho menos. Incluso en el que parece su libro más realista y documental –El idiota entre las hierbas–, Dolan Mor sigue siendo un anagrama y no una identidad oficial. Además, los poemas de El idiota entre las hierbas también son poemas del heterónimo José Luis Mallosa, como otros poemas de otros libros de Dolan Mor fueron poemas de Filipo Bosternag, Anín Turdela, Mariette Sinúa, Mannu Serfil, Robert Granivan o del ortónimo Dolan Mor, hombres y mujeres bipolares, multipolares. Los ocho libros que conocemos de Dolan Mor son la búsqueda de aquellos nombres propios capaces de sancionar nuevos e inéditos territorios, dispositivos discursivos en los que se pueda articular el pensamiento de esa experiencia que es un afuera de nosotros mismos, un espacio tan abierto a la disgregación de la palabra como a los sujetos que la portan. Mutación y metamorfosis continua. Dolan Mor es un intérprete que se interpreta a sí mismo. Interpretación infinita que no tiene punto de inicio ni de final. Siempre en suspenso, sin límite, que se dirige siempre más lejos, libro tras libro, dispersándose. Así se titula el último, La dispersión, editado en la colección naranja de Amargord, segundo libro que publica este año 2010 tras El idiota entre las hierbas.






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